domingo, 28 de noviembre de 2010

Domingo, 28 de noviembre de 2010

Domingo, 28 de noviembre de 2010: (Primer Domingo de Adviento)

Jesús dijo: “Mi gente, este Primer Domingo de Adviento es similar al Domingo de Cristo Rey en que os llama a ‘Manteneros despiertos’ y estar vigilantes porque podría regresar en un día que no sospecháis. En el Evangelio se os dice que el Hijo del Hombre regresará cuando haya mal en la tierra como en los días de Noé antes del diluvio. Estáis viendo más mal en la tierra ahora, e incluso empeorará durante la tribulación. Sabed que cuando veáis al Anticristo ascender al poder, no tardará mucho en regresar victorioso sobre él. Su reinado será corto, de menos de 3 ½ años. Quiero que sigáis con vuestras tareas diarias, pero que tengáis vuestra alma pura para el día de Mi regreso, que está en vuestra vida.”

Jesús dijo: “Mi gente, os he mencionado antes cómo Mis hijos sacerdotes podrían hacer más para ayudar a la gente enseñándoles sermones sobre la fe. Quiero daros un sermón así en un día típico sobre cómo mostrar Mi amor. No todos pueden dedicar este tiempo a Mí, pero vosotros tenéis el control de vuestro propio tiempo y cómo lo planificáis. Por la mañana, cuando os despertéis, podéis dedicar unos momentos a rezar vuestra ofrenda matutina y vuestra oración al ángel de la guarda. A continuación, podéis pedirme que discernáis vuestra lista de actividades para el día para cumplir con vuestras responsabilidades con vuestro trabajo, las necesidades de vuestra familia y cualquier tarea que requiera vuestro trabajo. Al comenzar cada proyecto, pedid Mi ayuda para hacer el mejor trabajo posible. Mostrad Mi amor en vuestras acciones. Normalmente empezáis el día con la misa matutina y la Comunión. Más tarde, dedicáis tiempo a Mí en vuestros tres o cuatro rosarios, y vuestro Chaplet de la Divina Misericordia a la hora de las 3:00 p.m. Finalizáis el día con una Hora de Adoración frente a Mi Santísimo Sacramento. Es por la noche cuando podéis reflexionar sobre vuestras acciones del día y ver cómo podéis aprender de vuestros errores para no repetirlos. Justo antes de dormir, podéis recitar vuestro Acto de Contrición en caso de que muráis durante la noche. Al prestar atención a tenerme presente en todo lo que hacéis, estáis ofreciendo todas vuestras acciones para Mi mayor gloria. Trabajar en vuestra relación diaria de amor conmigo os mantendrá cerca de Mí, y siempre listo para encontrarme en vuestro juicio.”