martes, 29 de junio de 2010

Martes, 29 de junio de 2010

Martes, 29 de junio de 2010: (San Pedro y San Pablo)

Jesús dijo: “Mi gente, esta serpiente de bronce, que fue levantada por Moisés para sanar a aquellos que fueron mordidos por las serpientes áspides, es una prefiguración de cómo yo fui levantado en la cruz en la oscuridad de un eclipse de la luna sobre el sol. Esta fue la hora de Satanás cuando fui traicionado por Judas en manos de los líderes judíos. Después de Mi muerte en la cruz, resucité de entre los muertos en Mi gloriosa Resurrección. Fue esta fe en Mí que trajo la salvación a toda la humanidad, y esto fue predicado por San Pedro a los judíos, y San Pablo a los gentiles. Ellos fueron tan fuertes en su fe que estaban dispuestos a ser martirizados en defensa de su fe en Mí. Sus muertes como mártires y sus vidas son una inspiración para Mis fieles de hoy. Mis fieles puede que no sean llamados a ser mártires, pero ustedes son llamados por Mí a evangelizar almas a la fe para que puedan ser salvados del infierno. No tengan miedo de hablar sobre su fe en Mí, para que otros puedan seguir su ejemplo de una vida santa.”

Jesús dijo: “Mi gente, les estoy mostrando este viejo coche en el depósito de chatarra porque esto es lo que sucede con todo en el mundo cuando pasa. Por eso las cosas de este mundo no deberían ser el centro de su vida. Ustedes son un ser espiritual y su alma anhela la paz que solo yo puedo darles. Algunas personas trabajan toda su vida para acumular dinero, casas, coches y cosas así. Cuando mueren, no pueden llevarse esta riqueza con ellos, por lo que deberían preocuparse más por el destino eterno de su alma. Su alma es inmortal y vive para siempre más allá de la vida de su cuerpo. Su objetivo debería ser estar conmigo para toda la eternidad en el cielo. Para llegar al cielo deben arrepentirse de sus pecados, seguir Mis Mandamientos y aceptarme como Maestro de su vida. Para vivir una vida santa necesitan oración diaria, Confesión mensual y tener amor por Mí y por su prójimo como a sí mismos. Al mantener su alma en paz sin pecado mortal, estarán libres de los lazos del pecado y mejor preparados para seguir Mi misión. También, con la Confesión frecuente, su alma estará lista para reunirse conmigo en su juicio sin importar cuándo los llame a casa en la muerte. Su vida es una preparación para su muerte realizando muchas buenas obras para equilibrar sus pecados en su juicio. Mantengan su enfoque en Mí en lugar de en las cosas mundanas, y pueden estar seguros de un lugar conmigo en el cielo.”