lunes, 29 de octubre de 2007

Lunes, 29 de octubre de 2007

Jesús dijo: “Mi gente, la idea de esta visión trata sobre lo desconocido de lo que se puede ver desde la cima de la colina. No les revelo el futuro de sus vidas porque necesitan vivir en el momento presente para tomar sus decisiones diarias. Para algunos, lo desconocido de mañana, o lo desconocido después de la muerte, puede generar ansiedad e incluso miedos. Pero mis fieles deben vivir en la fe y la confianza en mi ayuda, y esto les dará paz y descanso en su alma. Todos tienen que ocuparse de proveer su alimento, vestimenta y refugio, pero les he dicho en el Evangelio cómo cuidaré sus necesidades, como cuido a los animales que los rodean. Así que no tengan ninguna preocupación por estas cosas terrenales porque son más valiosos para mí que los pájaros del aire. En cuanto a lo que viene después de su muerte, saben que resucitaré a mis fieles de entre los muertos en el último día para que puedan estar conmigo en el cielo. Están a punto de celebrar las fiestas de Todos los Santos y el Día de los Difuntos, pero deben tener confianza y fe en mí para ayudarles a convertirse en un santo algún día. Si se arrepienten de sus pecados, me aman y siguen mis Mandamientos, algún día recibirán su recompensa como un santo en el cielo conmigo. Así que no teman de esta vida ni de la próxima porque cuando estén conmigo, ¿quién podría estar en contra de ustedes?” (40º Aniversario de la Iglesia del Santo Nombre) Jesús dijo: “Mi gente, esta visión mía como el Rey de Todas las Naciones les muestra verdaderamente cómo he sido influyente en la historia del hombre desde la misma creación de la tierra. Desde el pecado de Adán y el cierre del cielo, los profetas profetizaron la llegada de un Redentor. La historia de la salvación se cumplió con mi sufrimiento y muerte en la cruz por todos sus pecados. Les repetí a mis apóstoles muchas veces que con mi presencia entre ellos, el Reino de Dios estaba a mano en la tierra. Soy el Hijo de David, pero Rey de Todas las Naciones y no solo de Israel. Cuando me alaban todos los días, están honrando mi realeza, y siempre estoy con ustedes en mi Eucaristía en mis tabernáculos. Están celebrando su 40º Aniversario por la Iglesia del Santo Nombre de Jesús, y ahora es aún más apropiado tener mi crucifijo en la pared frente al altar. Ahora, cuando se ofrecen a mí con el sacerdote en la Consagración, están participando en mi sufrimiento que están viendo en mi crucifijo.”