viernes, 31 de diciembre de 1999

Mensaje de Nuestra Señora

Mis niños, pasen conmigo las últimas horas de este año, que está a punto de terminar. En oración, amor, silencio y comunión conmigo, permanezcan en estos últimos momentos.

Esta noche, en lugar de dar gracias por los beneficios que ha recibido del Señor, la humanidad se volverá contra Él y Lo ofenderá brutalmente. Hoy se cometerán tantos pecados como nunca antes.

Satanás ha salido del infierno, con todos los demonios a su disposición, para arrastrar tantas almas como sea posible al pecado, y muchas de ellas sellarán su eterna condenación hoy, a menos que haya almas buenas y piadosas que oren conmigo para intentar salvar al menos un pequeño número de ellas.

Oren conmigo. Vigilen conmigo. ¡No participen en alboroto y trueno! Permanezcan en oración...para que pueda ayudar a algunas almas y salvarlas de lo que pueda sucederles hoy. Si muchas almas supieran lo que les espera hoy, no saldrían de casa.

Quiero que oren por ellos, y oren por ustedes mismos, para que pueda guiarlos, mantenerlos y protegerlos cada vez más. Ese es Mi deseo para ustedes hoy.

Comiencen mañana en oración, en penitencia, y sobre todo, en súplica para que DIOS pueda perdonar a la humanidad, porque el Cáliz de SU JUSTICIA está rebosando.

Si no oran, tendré que soportar Mi Corazón inmerso en Gran Dolor, por ver tantas almas condenarse para siempre.

Los bendigo en nombre del PADRE, el Hijo y el Espíritu Santo".