martes, 21 de mayo de 2013

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Gardone Riviera, BS, Italia

La Santísima Virgen vino acompañada por San Miguel, San Gabriel y San Rafael y muchos Ángeles. En esta noche nos dio el siguiente mensaje:

Paz, mis amados hijos!

Hijos míos, vengo del cielo para pedirles la conversión de sus corazones. Oren por las familias. Oren por todos aquellos que han cerrado sus corazones a Dios y no se preocupan por las obras del cielo.

Los amo e invito a una vida santa en el amor de Dios. No ofendan el Corazón de mi Hijo Jesús con el pecado, sino vivan en unidad, paz y amor con sus hermanos y hermanas viviendo y siendo obedientes a los Mandamientos de Dios.

Los bendigo a todos, así como a sus familias: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora me mostró escenas de cosas tristes que ocurrirán en Italia, especialmente en la región Norte, donde muchas familias sufrirán. Le pedí que tenga misericordia de todos sus hijos que tendrán que llevar una pesada cruz. Que mire nuestros esfuerzos para difundir sus llamados, como nuestros sacrificios y oraciones. Me miró maternalmente. Su mirada llena de amor y misericordia me impulsó a interceder y rogar por la gran misericordia de Dios. No debemos cansarnos, sino tener confianza en la protección de Dios, sabiendo también cómo hacer reparación por los muchos pecados con los que se le ofende. Solo de esta manera, Dios alejará los males que pueden golpearnos, debido a nuestros pecados. La Virgen entonces bendijo toda la región norte de Italia haciendo la señal de la cruz tres veces, y con sus manos hizo el gesto como si estuviera alejando algo. Después de eso, miró a todos nosotros y dijo:

Cuiden sus hogares, abriendo sus corazones al gran amor de Dios que desea ser acogido en cada corazón y en cada familia. No sean incrédulos y no pierdan la fe y la esperanza. Dios nunca abandona a su pueblo, sino que siempre está a su lado para bendecirlos. Oren y tendrán la fuerza de Dios para superar todo mal. Los amo y los coloco bajo mi manto maternal.