domingo, 13 de febrero de 2011

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis hijos, vengo a traerles la paz de Dios. Oren para que merezcan esta paz que Dios les da a través de mí, su Inmaculada Madre.

Estoy aquí ante ustedes una vez más para guiarlos a Jesús. Sean obedientes a mis súplicas maternales. Satanás desea destruir las obras santas de Dios, pero si oran, ayunan y adoran ante mi Hijo Jesús en el Santísimo Sacramento, él será destruido.

¡No teman! Yo, su Madre, estoy aquí para darles la bienvenida a mi Corazón Maternal. Los amo y deseo ayudarlos a hacer la voluntad de Dios. Están viviendo los días que profeticé en el pasado: ¡los días de grandes pruebas!

La cruz aparece en una obra para santificarla y purificarla cada vez más, para que brille más y más e ilumine a todos, pero ¡ay de aquellos que se acerquen a ella para destruirla! Oren, oren mucho, porque unidos a mi Hijo Jesús superarán las pruebas y serán cada vez más de Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Antes de irse, la Virgen Madre me dijo:

El mundo está desorientado y sin vida. Muchos de mis hijos se están cegando por el diablo y no ven nada. Permitan que Dios los haga instrumentos de su luz y gracia para sus hermanos que están en la oscuridad. Intercedan, mis hijos, intercedan mucho, porque estamos luchando una gran batalla espiritual entre el bien y el mal. ¡Luchen con oración, con sacrificio y con penitencia!

Nuestra Señora está preocupada por el destino de muchos de sus hijos. Varios conflictos están teniendo lugar en el mundo. El más reciente es el evento en Egipto. Nuestra Señora suplica por nuestras oraciones, penitencias y sacrificios por la conversión y salvación de muchos.