martes, 12 de octubre de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, ¡paz!

Queridos hijos, cuánto los amo. Soy su Madre y la Reina de Brasil. Vengo del cielo para invitarlos a la conversión. ¡Conviértanse ahora! Dios los está llamando todos los días a través de mí. Oren para pertenecer a Dios y al reino de los cielos. Dios los ama y yo también los amo. ¡Cómo deseo que puedan acoger y vivir mis llamados en sus vidas!

Hijos, intercedan por Brasil y por el mundo. Nuestro Señor está muy ofendido, por tantos pecados horribles que mis hijos cometen sin arrepentimiento en muchos lugares del mundo.

Les suplico: detengan la acción del mal con sus oraciones, para que la gracia de Dios pueda descender poderosamente en el mundo y convertir a los pecadores. Oren, oren, oren. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

En esta aparición, la Virgen vino vestida con un manto azul turquesa lleno de estrellas doradas. Tenía una hermosa corona dorada en la cabeza. El rostro de Nuestra Señora era algo triste. Oró por un momento en silencio sobre todas las personas presentes. Entonces tuve otra visión: vi a la Virgen de rodillas orando ante el trono de su Hijo Jesús. Debajo de las rodillas de Nuestra Señora había un gran mapa de Brasil. Entendí que estaba pidiendo por el pueblo brasileño, pidiéndole a su Hijo que expulsara todos los males y peligros que están amenazando a nuestra nación. Brasil está en gran peligro. Nuestra Señora está preocupada. Ayudemos a Nuestra Santa Madre con nuestras oraciones y sacrificios. Muchas cosas tristes que ocurrirán en Brasil pueden ser cambiadas, pero esto depende mucho de nuestra oración y nuestro cambio de vida