domingo, 19 de septiembre de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis amados hijos, Yo soy la Reina del Rosario y de la Paz, su Madre celestial, que viene aquí una vez más, en este lugar bendito, para invitarlos a la oración y a la conversión.

Hijos Míos, los invito a rezar el rosario por la paz todos los días. Sean de Dios para merecer el cielo. Dejen el mundo para merecer la salvación. Sean todos de Jesús, y tendrán verdadera paz. Deseo consolarlos en sus pruebas y aflicciones, y deseo bendecirlos más y más con mi presencia maternal.

No se rindan al caminar el camino que los estoy guiando. Sean valientes. ¡Sean fuertes! El camino al que los estoy guiando requiere muchas renuncias y desapegos de las cosas exageradas y engañosas que el mundo les ofrece. Si quieren el mundo, no pueden pertenecer a Dios.

Cuántas apariciones he hecho en el pasado y cuántas estoy haciendo ahora en el presente momento en diversas partes del mundo: La Salette, Lourdes y Fátima fueron lugares privilegiados por mi presencia como Madre, como les digo también lo es Itapiranga, porque es el lugar que he preparado para ustedes para los últimos tiempos. Vayan a Itapiranga a recibir las gracias que su Madre Celestial desea concederles. Itapiranga brillará fuertemente en el Amazonas para la derrota del diablo. En Itapiranga muchos sacerdotes y fieles se convertirán y regresarán a Dios. Oren, oren, oren! Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!