jueves, 1 de abril de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, vi a Nuestra Señora vestida con una túnica azul oscuro y un vestiduras púrpura, parecida a Nuestra Señora de los Dolores. Nuestra Señora me mostró varias escenas de los sufrimientos de su Hijo Jesús: cuando fue arrestado y abofeteado en la cara, cuando fue azotado, coronado con espinas; cuando llevó la cruz y fue crucificado. Nuestra Señora, al mostrarme estas visiones, me hizo entender la vergonzosa situación actual que muchos sacerdotes atraviesan, cometiendo terribles pecados impuros contra Dios, y la gravedad de su desobediencia al Papa y a la Iglesia. Al ver esta visión que Nuestra Señora me mostró, entendí que los escándalos que están cometiendo obispos y sacerdotes y las persecuciones y críticas que está sufriendo el Papa ofenden enormemente a Nuestro Señor, haciéndolo llorar. Nuestra Señora con una voz triste y dolorosa dijo:

Hijo mío, reza mucho por los sacerdotes, reza mucho por ellos. Los sacerdotes han caído tan profundo y tan bajo, siendo esclavos de los pecados más sucios y podridos. ¡Cuántos pecados cometen ellos que hacen sangrar y llorar de dolor a mi Hijo Jesús! Ayuda a tu Madre a conducir estas almas tan preciosas a Dios. Dile a tus hermanos que oren por los sacerdotes como te pido que hagas en este momento. Se necesitan oraciones profundas y reparaciones para consolar el Corazón de mi Hijo Jesús, de lo contrario, grandes sufrimientos están reservados para los sacerdotes rebeldes y pecadores que no se arrepienten de sus actos pecaminosos y sucios. La Iglesia será atacada mucho y muchos perderán la fe, pero nada se compara con el terrible dolor y los sufrimientos que deben pasar los sacerdotes desobedientes e infieles. Reza hijo mío, reza muy fuerte para que esto no suceda. Reza por la Iglesia y por mi Papa. Mi Papa sufre mucho. ¡Cuántos sufrimientos tendrá que soportar por la salvación de muchas almas y por la Iglesia! Intercede, Tú y tus hermanos, continuamente por el Papa y la Iglesia. ¡Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo! Amén!