jueves, 6 de julio de 2000

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Brescia, BS, Italia

En esta aparición le hice a la Virgen una pregunta sobre un amigo que había fallecido:

Nuestra Señora, ¿dónde está él? ¿Está usted con la Señora y Jesús en el cielo?

La Virgen respondió: "¡Sí!

Entonces la Virgen dijo el mensaje que deseaba transmitirme:

Sus oraciones son necesarias para mí en la salvación de muchas almas. Continúen rezando el rosario. Sepan que con el rosario se superan tantos males y se salvan muchas almas. Los hombres ofenden mucho al Señor, mis pequeños hijos. ¡Cuánta maldad y crueldad se comete en el mundo!

Un hermano que destruye la vida de otro hermano. Un padre y una madre que matan a su propio hijo. Hijos que matan a sus propios padres, y cosas tan tristes. ¡Cómo me duele el Corazón contarles estas cosas!

Falta amor, falta oración, falta Dios en la vida de muchos de mis hijos, pero si rezan y viven mis llamados a partir de ahora, muchos encontrarán el camino que conduce a la salvación y se convertirán.

Este mensaje debe ser leído mañana en Vígolo a todos los que lleguen allí. Mañana vendré con San Miguel, San Gabriel y San Rafael para bendecir a todos los que se reúnan allí. ¡Ánimo, ánimo, ánimo, mis hijos!

El mundo está a punto de renovarse y un nuevo amanecer surgirá para todos los cristianos. Intercedo todos los días ante el trono de mi hijo Jesús por ustedes, por su salvación. Abran sus corazones a mí. ¿Por qué siempre les pido esto?...porque muchos todavía no han abierto sus corazones a mí por no escuchar y no vivir mis llamados.

Mis pequeños hijos, yo soy su Madre, su Madre Celestial. He venido a ayudarles. Escúchenme. Si escuchan mis llamados, Dios les concederá tantas gracias, porque esta es su voluntad. Oren, oren, oren. Ahora los bendigo a ustedes y a toda la humanidad. Los coloco a todos dentro de mi Corazón: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!