sábado, 4 de julio de 1998

Sábado, 4 de julio de 1998

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Nuestra Señora viene en colores pálidos. Su Corazón está expuesto con espinas a su alrededor. Se ve triste. Ella dice: "Todo alabado sea Jesús."

"Mi ángel, hoy, te invito a adentrarte más en Mi Corazón para comprender el dolor que siento mientras tu país celebra el nacimiento de su libertad."

"Tu país está entrando en un nuevo siglo, muy distante del Dios en quien proclama confiar. En lugar de libertad, tu gobierno ha elegido la esclavitud al pecado. Los principios cristianos sobre los que fue fundado han sido distorsionados, retorcidos y comprometidos para que los ciudadanos de mayor valor y estima sean los ricos, los jóvenes y los poderosos. Esto no es de Dios."

"Los Diez Mandamientos ya no son valorados. Aquellos que los cumplen enfrentan burla. Los más bajos de los bajos, los más pobres de los pobres, los más débiles de los débiles - como los no nacidos - son los de mayor importancia para Dios. Es el trato a seres como estos lo que determinará el futuro de tu país y del mundo. Tráelos a Mí en tus oraciones a diario."

Ahora las espinas alrededor de Su Corazón se abren, y un torrente de luz sale de Su Corazón. "Por favor, comprende, Mi hija, que Mi amor misericordioso está sobre esta Misión y sobre ti, misma. Grandes gracias están por venir. Muchas y grandes puertas se están abriendo. A medida que avanzas por este camino, te invito a acercarte más a Mí. Esto es posible a través de tus propios esfuerzos en la santidad."

"Comprende, Satanás siempre está ocupado tratando de deshacer Mis planes. Estate atenta."

Pedí por las necesidades de todos en la línea de oración y de aquellos que vinieron al servicio de sanación. Ella asintió.

"Te he confiado Mi mayor necesidad, que es el Amor Santo en cada corazón."

Ahora veo muchos corazoncitos saliendo de Su Corazón. "Estos son Mis apóstoles del amor - Mis misioneros, a quienes estoy enviando al mundo. Reza por ellos."

"Te estoy bendiciendo."