lunes, 13 de abril de 1998

Lunes, 13 de abril de 1998

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Nuestra Señora me saludó cuando entré en la capilla. Ella estaba radiante y en muchos colores. Ella dice: "Alabado sea Jesús. ¡Aleluya!"

"Hija mía, deseo dirigirme a los peregrinos que pronto regresarán a casa."

"Queridos hijos, han venido; y han visto. Ahora deben ser como los primeros apóstoles después de Pascua. Ellos vieron, y creyeron. Fueron a todas las naciones y proclamaron la buena nueva. No se dejaron disuadir por corazones inflexibles. Más bien, con santa audacia, evangelizaron a todos."

"Ustedes, hijos míos, son ahora Mis mensajeros de Amor Santo en el mundo. Les ofrezco Mi gracia ilimitada. Ofrezcan el Mensaje a aquellos que encuentren como una madre ofrecería comida a sus hijos hambrientos. Algunos lo reconocerán y lo asimilarán. Otros pueden probarlo y no reconocer su valor. Otros aún pueden alejarse insatisfechos e inclinados a no participar de lo que se ofrece con amor."

"Una buena madre continúa ofreciendo alimento. Les pido que ofrezcan con valentía el Amor Santo a quienes les rodean. No hagan caso de la respuesta. Estoy con ustedes, bendiciéndolos."