Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
sábado, 22 de mayo de 2010
¡Urgente, Urgente! Mi Palabra es Espíritu y Vida, ¡una Espada de Doble Filo Contra Todas las Fuerzas del Mal!

Hijos míos, mi paz esté con vosotros. Días aciagos se acercan para la humanidad; el velo del pecado será rasgado; mi creación y mis criaturas, serán purificadas. Hijos míos, esta humanidad ingrata y pecadora llama bien al mal, y mal al bien. Manejan un doble rasero, aparentan ser de Dios, pero su corazón está lejano de Mí. ¡Oh, qué equivocados estáis!; no sois ni fríos ni calientes, cuando lleguen los días de mi justicia, os vomitaré y os separaré de Mí! Se acabó el tiempo para esta humanidad ingrata y pecadora; no hay vuelta atrás; pronto sonarán las trompetas de mi justicia, anunciando que ha comenzado el juicio de las Naciones. Reúnanse, hijos míos, en oración; permanezcan unidos; la fuerza de vuestra oración, unida al Inmaculado Corazón de mi Madre y a mis Armadas Celestiales, les dará la fuerza para unirse en oración; mientras oréis y portéis el estandarte de mi Sangre, las fuerzas del mal no podrán tocarlos. Por lo tanto, hijos míos, es muy importante que se unan en oración con vuestros hermanos y mi Madre, para que la protección permanezca dentro de vosotros. Formen cadenas de oración con el Santo Rosario; vístanse con la Armadura de Efesios 6 a 18 y el refuerzo de mi Salmo 91, para que estén protegidos de todas las fuerzas del mal. No salgan a la calle sin su armadura, para que no sean sorprendidos; recuerden que es el tiempo de mi adversario y los espíritus encarnados les tenderán emboscadas. Por lo tanto, vístanse con mi Armadura por la mañana y por la noche y extiéndanla a sus hijos y familiares, para que también mi protección los alcance. Estén advertidos. La batalla está a punto de comenzar. Yo soy vuestra victoria. La movilización de mis Armadas dependerá de vuestra oración; recuerden a mi Siervo Moisés, cuando oraba y sostenía el bastón en alto, mi pueblo fue victorioso; pero cuando bajó la guardia con la oración y su brazo cayó, mi pueblo fue derrotado; de nuevo les digo, que con respecto a vuestro libre albedrío, yo hago todo dependiendo de vuestra oración. La fuerza de vuestra oración, alabanza, fe, obras y sobre todo amor, será vuestro escudo protector, que irradiará rayos de justicia que cegarán y derrotarán. Mi palabra es Espíritu y Vida. Es una espada de doble filo contra toda fuerza del mal; léanla y pónganla en práctica contra las armadas de mi adversario y huirán en desorden. Hijos míos, las armas que os doy son poderosas en el Espíritu para el colapso de fortalezas; úsenlas y serán victoriosos. Que mi paz esté con vosotros. Yo soy vuestro Libertador, Jesús el Buen Pastor de todos los tiempos. Hagan conocer mis mensajes, hijos míos.
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