Vi a la Madre vestida toda de blanco, con un manto azul sobre su cabeza que también cubría sus hombros y una corona de doce estrellas. Los pies de la Madre estaban descalzos y descansaban sobre el mundo. La Madre tenía las manos juntas en oración y entre ellas un largo rosario santo hecho como gotas de hielo.
Alabado sea Jesucristo
Mis queridos hijos, los amo y les agradezco por responder nuevamente a Mi llamado.
Hijos míos, no se desanimen, no pierdan el ánimo. En los momentos más difíciles de su vida, vuelvan al Santo Rosario, tómenlo firmemente en sus manos, oren, corran a la iglesia y arrodíllense ante el Santísimo Sacramento del Altar, oren y adoren a Mi Hijo vivo y verdadero.
Hijos míos, los amo y quiero verlos a todos salvados.
Oren, hijos míos, estoy con ustedes y los amo.
Hijos, no se aparten de Mi Corazón Inmaculado.
Hijos míos, oren, oren, oren. Ahora les doy mi Santa Bendición.
Gracias por venir a Mí.
Fuente: ➥ MadonnaDiZaro.org